Son tiempos de incertidumbre, se han encadenado una serie de cambios y catástrofes que nadie esperaba. Es perfectamente humano que tengamos miedo ante situaciones que, normalmente, no se habrían producido. Esto no es más que un mecanismo de defensa del cerebro, para prever situaciones peligrosas y evitarlas. También es perfectamente natural que tengamos más miedo de hacer cosas nuevas, puesto que estamos ya de por sí inseguros, un poco a la defensiva sobre lo que ocurrirá mañana.
Algunas veces, nos vemos en la necesidad de controlar una respuesta exagerada a un peligro potencial, que realmente no existe. Pero es en estas ocasiones cuando pagamos un precio más alto por ese miedo de lo que verdaderamente nos puede costar ese error. Y es que amigos míos, todos tenemos dentro un impostor o impostora, que nos susurra al oído lo peligrosa que es la vida, a veces le bautizamos con el nombre de prudencia y no nos damos ni cuenta de lo que nos frena en nuestra vida, hasta que ya es demasiado tarde.
Y aquí estoy, experta en miedo y en errores, en pelearme con mi impostora, para explicaros los caminos que ya recorrí para aprender que por ahí no es. (más…)